Cómo Desintoxicar el Hígado

CÓMO    DESINTOXICAR    EL    HIGADO

Se sabe que el hígado, el gran depurador del organismo, ejecuta más de quinientas funciones diferentes aunque se sospecha que pueden ser muchas más.



De ahí la enorme importancia de su estado para la salud. Con un hígado en mal estado es imposible encontrarse bien. Por eso es necesario ayudarle de vez en cuando con un ayuno moderado o una cura de desintoxicación. Te explicamos cómo hacerla.

El hígado es una glándula de gran tamaño -pesa alrededor de kilo y medio- que realiza multitud de actividades ligadas esencialmente al metabolismo intermediario.

Podría decirse que el hígado es como una gran plataforma desde la que se liberan sustancias básicas para muy diversas funciones.

Situado debajo del diafragma,  el hígado ocupa la parte más alta de la cavidad abdominal, en el hipocondrio derecho. Su posición es además estratégica en la circulación ya que tiene una vascularización muy abundante.



Salud e Hígado


La salud de un individuo depende de la capacidad de su organismo para eliminar los residuos perjudiciales, tanto de origen interno como externo. Y como quiera que hoy el ser humano no suele mantener una conducta que respete las leyes naturales en cuanto a alimentación, ejercicio, hábitos de conducta, etc, llega un momento en el que comienzan a aparecer signos de que se hace necesaria una depuración.



Signos que unas veces se manifiestan como una enfermedad grave y en otras en forma de síntomas generales como fatiga, caída del cabello, pérdida de apetito, uñas quebradizas, dificultad para conciliar el sueño, decaimiento, astenia y otros signos subjetivos que indican falta de energía.


La depuración del organismo -y en particular la depuración hepática- es pues una de las primeras acciones que deberíamos tomar cuando nos planteamos el tratamiento de cualquier patología. Porque lo más eficaz es siempre comenzar "limpiando el terreno".





Cómo Desintoxicar el Hígado


  • Consuma, si le es posible, alimentos de origen biológico.

  • Consuma frutas como desayuno, almuerzo y/o sustituto de la cena.

  • Prepare los alimentos al vapor, hervidos o a la plancha usando utensilios de acero inoxidable

  • Elimine el consumo de productos refinados, la carne roja y los productos lácteos y derivados.

  • Evite el consumo de bebidas alcohólicas, excitantes, etc.

  • Procure no tomar alimentos fritos, congelados, precocinados, etc.

  • Tome algún tipo de caldo depurativo diariamente y fuera de las comidas.

  • Trate de reducir la cantidad de alimentos a ingerir.

  • Evite las situaciones de estrés.

  • Mantenga una higiene externa e interna adecuadas.

  • Realice una actividad física acorde con sus necesidades.

  • Duerma un mínimo de horas para que el sueño sea reparador.

  • Beba agua filtrada o embotellada.

Alimentos Adecuados

Cereales integrales: aportan hidratos de carbono complejos y vitaminas del grupo B, elementos necesarios para el buen funcionamiento del hígado. Además, los Hidratos de  Carbono que contiene constituyen el nutriente que con mayor facilidad metabolizará un hígado enfermo.

Frutas: son ricas en azúcares de fácil asimilación y vitaminas antioxidantes que favorecen el funcionamiento hepático y evitan la retención de líquidos.


Verduras: siempre que sea posible se deben tomar crudas o cocinadas con poca sal. Aportan potasio y otros minerales necesarios en caso de trastornos hepáticos. Además, aportan folatos necesarios para el metabolismo hepático.

Uvas: además de aportar azúcares naturales y vitaminas antioxidantes activan la función desintoxicadora del hígado y estimulan la producción de bilis. Asimismo, facilitan el retorno de la sangre del aparato digestivo al hígado con lo que disminuye la hipertensión portal que suele producirse como consecuencia de la cirrosis.

Manzanas: facilita el vaciamiento de la bilis y la descongestión hepática. Y poseen abundante fibra.


Ciruelas: evitan el estreñimiento y favorecen la eliminación de desechos orgánicos. Son bajas en sodio, grasas y proteínas. Facilitan el trabajo hepático.

Cerezas: son antioxidantes y depurativas de la sangre lo que facilita el trabajo hepático.

Nísperos: contienen provitamina A y minerales. Son descongestionantes y pueden reducir el tamaño del hígado cuando éste es debido a un cúmulo de sangre (hepatomegalia congestiva).

Alcachofas: por su contenido en cinarina y otras sustancias potencian la función hepática, desintoxican y facilitan la eliminación de sustancias nocivas. Aumentan la secreción de bilis y mejoran su vaciamiento al intestino. Alivian el mal gusto de boca y las digestiones pesadas debidas al mal funcionamiento hepático.

Cardo: contiene también cinarina lo que estimula la producción de bilis, descongestiona el hígado y facilita su buen funcionamiento.

Cebollas: gracias a su aceite esencial sulfurado estimulan la función desintoxicadora del hígado.

Rábanos: su esencia sulfurada de sabor picante estimula la función hepática y aumentan la producción de bilis haciéndola mas fluida y facilitando su vaciamiento.

Lecitina: contiene colina, un factor vitamínico indispensable para el metabolismo hepático y para evitar que se deposite grasa en el hígado.

Aceite de oliva: en cantidades moderadas favorece el buen funcionamiento hepático.



Fresas: mejoran la circulación venosa del sistema portal hepático y contribuyen a reducir la ascitis.

Achicoria, escarola y endivia: contienen una sustancia amarga que facilita el vaciamiento de la vesícula.

Berenjena: es un tónico digestivo que activa de forma suave la función de la vesícula.






 Fuente: http://alimentación-sana.com.ar

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