Creencias



Cuando los deseos no se cumplen, casi siempre existe un segundo deseo que es más fuerte que el primero. Ese segundo deseo, con seguridad trabaja entonces contra el primero. Y por cierto en forma más permanente y con una convicción esencialmente mayor.

¿Qué ocurre entonces la mayoría de las veces que deseamos algo? 

Si uno observa con más exactitud su procedimiento para desear, se da cuenta que se dedica a su deseo tal vez diez minutos al día. Uno lo refuerza, tal vez también se lo imagina, lo visualiza y pasa entonces nuevamente a la vida  cotidiana.


Pero las 23 horas y 50 minutos restantes uno cree que eso de todos

modos no funciona, que todo es una tontería y que en realidad a uno de
todas maneras no le corresponde el cumplimiento del deseo. Uno es un
perdedor. La suerte la tienen siempre los demás.

¿Cuál deseo tiene tal vez más fuerza? ¿Cuál deseo es tal vez más
perdurable y poderoso?

Cuando nos enfocamos logramos lo que deseamos 










DESEAR CON ÉXITO
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Pierre Franckh

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