Los 4 Acuerdos

Buscamos la perfección fuera de nosotros y ésa es una de las mayores
pérdidas de tiempo. La verdad es que ya somos perfectos de maneras muy
individuales. Eres lo que eres. Lo más importante es disfrutar de la vida y eso
sólo es posible cuando las personas se transforman en lo que realmente son.

Jesús dijo que la verdad nos hace libres; y Buda afirmó que debemos apreciar el 
mundo tal como es y no cuando está empañado por prejuicios.

 En la tradición tolteca, nos toca encontrar el camino a través de la niebla que nos confunde con
opiniones antes que con hechos.


Debemos aprender a volver a nuestra propia naturaleza y el amor es la clave. La vida está llena de opciones. 



Para tomar decisiones, las personas han de confiar en sí mismas. No importa la edad,
siempre puede haber una vida distinta. Es posible recibir la inspiración hasta en
el último minuto de la existencia.

Hay “cuatro acuerdos” que son el espejo perfecto para mirarnos tal como
somos; no como aparentamos ser, sino como realmente somos: Sé impecable
con tus palabras; no te tomes nada personalmente; no hagas suposiciones; y haz
siempre lo máximo que puedas. Estos cuatro acuerdos pueden ayudarnos
significativamente a cambiar nuestras vidas. Se enuncian a continuación de
manera sumamente sintética:


SE IMPECABLE CON TUS PALABRAS 

La palabra tiene gran poder y debe usarse con cuidado. Se impecable con las
palabras y trasciende tu nivel de existencia. Debemos evitar el uso de palabras
para juzgar o avergonzar a otros, erradicando muy especialmente el
chismorreo, que es particularmente venenoso.

Hay que hablar con integridad; decir solamente lo que se quiera decir; evitar
hablar contra uno mismo y chismorrear sobre los demás. Se debe utilizar el
poder de las palabras para avanzar en la dirección de la verdad y el amor. Toda
la magia que poseemos se fundamenta en nuestras palabras; son pura magia y
si se utilizan mal se convertirán en magia negra. Con una sola palabra se puede
cambiar una vida o destruir a millones de personas.

La impecabilidad de nuestras palabras nos llevará a la libertad personal y a la
abundancia.



NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE 

Las acciones y opiniones de otras personas no tienen nada que ver contigo, pues
cada uno vive su propia realidad y tiene sus propias experiencias. Si las
palabras o acciones de otros nos afectan emocionalmente significa que han
tocado una herida en nuestro interior, por lo que tendremos que concentrarnos
en curar la herida y no en vengarnos contra el que nos ha recordado su
existencia (al contrario, deberíamos estarle agradecidos).

Lo que los demás dicen y hacen es una proyección de su propia realidad, de su
propio sueño, de su película. Nada de lo que hacen es por ti ni por mí. Cuando
se es inmune a las opiniones y actos de los demás, se deja de ser la víctima de
un sufrimiento innecesario.


NO HAGAS SUPOSICIONES

Suponemos porque tememos a hacer preguntas; y, con frecuencia, los supuestos
que asumimos cambian el curso de nuestras vidas. Debemos preguntar,
expresar lo que deseamos y comunicarlo claramente, ya que, de lo contrario,
agarrotamos nuestras vidas con malos entendidos, resentimientos y
oportunidades perdidas. Hay que tener la valentía necesaria para preguntar y
expresar lo que se quiere; comunicarse con los demás tan diáfanamente como se
pueda a fin de evitar entuertos, tristezas y dramas.

El día que no hagamos suposiciones, nuestras palabras se volverán impecables.
Nuestra vida se habrá transformado por completo.


HAZ SIEMPRE LO MÁXIMO QUE PUEDAS 

Si hacemos todo de la mejor manera posible y aceptamos el resultado, nunca
será necesario compararnos con otra persona, ni nos juzgaremos con severidad
si fracasamos. Lo mejor de nosotros cambia a cada instante y lo máximo que
podamos hacer cambiará de un momento a otro (será distinto, por ejemplo, si
estamos sanos o enfermos), mas bajo cualquier circunstancia hay que hacer
sencillamente lo máximo que se pueda. De este modo, evitaremos juzgarnos,
maltratarnos y lamentarnos.




Amor Vida y Conciencia

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